En Diciembre de 2016 tuve el honor de comer una dulce y hermosa piña, me di cuenta que tenía muchas hojas y en muy buen estado y que tal vez podría servir para plantar.
Buscando, buscando... resulta que no era la única que tuvo esa idea, la red estaba llena de información sobre como plantarla.
Primero, recorté un poco las hojas y la puse en agua...
A continuación, hice una mezcla de arena y turba y la puse en una maceta...
¡¡¡Pasó el tiempo!!!
Y más tiempo todavía...
Y al cabo de 8 meses, la planta había sobrevivido pero en un estado un poco lamentable. Ya no estaba tan frondosa como cuando la planté.
Lo más curioso de todo es que no estaba todo perdido, la planta está haciendo nuevos brotes que veremos en qué se transforman...
¿Cómo acabará su historia? ¿Tendré al fin una hermosa palmera?
CONTINUARÁ... (si es que sobrevive)
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